Su nombre oficial es Parque Nacional Desierto de los Leones, pero los capitalinos simplemente le llamamos El Desierto de los Leones. Irónicamente su nombre no describe el lugar, por el contrario se le llama desierto debido a la lejanía que tenia a principios del siglo XVII con la Ciudad de México, cuando los Carmelitas Descalzos buscando paz y tranquilidad absoluta construyeron un monasterio. Y Leones, que aunque su origen es difuso existía la creencia que estos felinos habitaban en el bosque (cosa que nunca ocurrió) en aquellos tiempos, otro posible origen fue por la disputa que sostuvo una la familia de apellido León por estas tierras al ser tan ricas en sus recursos naturales.
Al sur de la Ciudad de México con una superficie de más de 1800 hectáreas, si te gusta disfrutar de la naturaleza, es el lugar ideal para pasar un fin de semana y olvidarse de la rutina diaria organizando un día de campo, andar en bicicleta, caminar por el bosque, incluso volar un papalote con tus hijos o pasear a caballo.
Es visita casi obligada el ir al monasterio construido por los Carmelitas Descalzos, recorrer sus pasillos, patios, jardines y las ermitas de principios del Siglo XVII que al día de hoy es un museo.
Vive una aventura en compañía de tus seres queridos en armonía con la naturaleza.
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